Nacer, crecer, reproducirte, y morir? ¿Crees que una vida así tiene sentido? Si solo somos un accidente evolutivo, un nivel superior a un animal, y nuestra existencia es tan solo parte de un proceso manejado por el azar, entonces ¿No hay propósito para nuestra vida? ¿Solo una simple resignación a desaparecer?
Piensa en un computador: no es un simple aparato, pues ha avanzado a la humanidad durante el ultimo siglo, al mirar a uno y su alto grado de complejidad y desarrollo, no nos queda duda de que tuvo un diseñador inteligente.
Ahora mira tu cuerpo, el computador al lado de tu cerebro es tan solo un triste imitador, ¿aun sigues creyendo que solo eres un “accidente”?
Génesis 1 es el informe de nuestra planificada creación y en el verso 27 encontramos la maravillosa declaración “creo, pues, Dios al hombre...”; un Ser Superior e infinitamente sabio te creó, y lo hizo con un propósito: que vivieras eternamente feliz y para eso creó todo el mundo complejo que ves a tu alrededor.
Tu creación no sólo es la muestra de una inteligencia superior sino también del infinito amor de ese excelso Dios quien a pesar de nuestro pecado quiso morir por nosotros para que un día puedas, nuevamente, alcanzar el verdadero propósito de tu existencia.
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