En mayo del 2007 una joven, a quien llamaremos Ana, sufrió un accidente en carretera junto con unos amigos de su iglesia.
Las terribles heridas sufridas fueron curadas con la asistencia médica y el poder de Jesús, pero tras unos meses los médicos diagnosticaron una fistula en la parte frontal del cráneo lo que ocasionaba que el liquido cerebral bajara por su nariz. Tras el diagnostico Ana enfrentó problemas depresivos al pensar que Dios ya no estaba con ella, además porque el tratamiento era costoso, necesitaba una cirugía y tuvo que pasar 1, 2 meses en completo reposo sin poder hacer ninguna actividad normal.
Sin embargo, al paso del tiempo, ella comenzó a ver la mano de Dios en su salud al mejorarse paulatinamente sin la necesidad de la cirugía y, aunque aún no entiende el propósito de su situación Ana cree firmemente que Dios si está con ella, que lo podrá ver cuando Él regrese por segunda vez y quiere compartir contigo un mensaje:
“NO dudes jamás de los designios de Dios que Él escucha tu oración y la contestará cuando sea el mejor tiempo para ti. Dios el dueño del tiempo, el que sabe el fin desde el principio, el que sabe cómo te llamas, como actúas, como piensas, lo que anhelas; está al pendiente de ti y como PADRE nos cuida y nos protege, por tal motivo permite que seamos probados pero no nos deja durante la prueba, así como permite que sus contestaciones a tus oraciones no sean siempre inmediatas, por AMOR y nada más que por AMOR a ti y a mí”.
